Últimamente me he tomado el tiempo de pensar en las malas actitudes que más desagradan a Dios. Creo que lo que menos le gusta es un corazón ingrato. Si usted es padre o madre, seguramente entenderá lo que quiero decir. Te esfuerzas por hacer todo lo posible por tus hijos y no dudarías ni un segundo en volver a empezar si te dijeran: "Gracias, mamá" o "Gracias, papá". "Aprecio todo lo que haces por mí". Pero no todos los niños tienen esta madurez.

Ya no contamos las veces que llegan a casa refunfuñando: "Quiero que“, “Quiero que" o incluso "¿por qué no quieres hacer esto por mí?"Es algo por lo que molestarse, ¿verdad? Probablemente muchos cristianos tienen el mismo efecto sobre Dios. Por eso me parece importante reconsiderar nuestras actitudes y comprender la importancia de un corazón agradecido a Dios. Comienza tu día, por tanto, con esta oración.

Oración del día

"Dios, estoy agradecido por todos mis días, por la comodidad de mi hogar, por este nuevo día que nace. 

Quiero agradecer de corazón todas las cosas buenas que experimento, e incluso las no tan agradables, que me enseñan a valorar todo lo bueno que hay en mi vida.

Señor, te agradezco y de rodillas te doy todo mi amor. Que este nuevo día esté aún más lleno de actitudes positivas, y que sepa agradecerte siempre.

Dios mío, bendice mi nuevo día.

Amén".

Pensamiento y mensaje del día

A riesgo de sorprenderte, creo que deberíamos aprender a apreciar nuestras pruebas mucho más de lo que lo hacemos, porque son las que nos hacen crecer a semejanza de Cristo.

Verás, en tiempos difíciles, tendemos a experimentar más la cercanía y el poder de Dios en nuestras vidas. Es en esos momentos cuando realmente llegamos a conocerlo. Las quejas son una puerta abierta para el diablo. Debemos aprender a dar gracias a Dios en todas las cosas.

Cuando comas con alguien, no te pases todo el tiempo contándole tus problemas. En cambio, cuente las cosas buenas que Dios está haciendo en su vida.

Dios nos ha dado una maravillosa gracia al permitirnos mirar positivamente lo que es negativo y declarar: "Esta circunstancia no puede vencerme porque Dios está de mi lado“.

Quiero tener una buena actitud porque eso es lo que glorifica a Dios. Prometió que todas las cosas cooperarían para nuestro bien, siempre que cumpliéramos tres simples condiciones: permanecer en actitud de oración, seguir amándolo y desear su voluntad (Romanos 8:28). Esta promesa es la garantía absoluta de que Dios sacará el bien de todas nuestras situaciones, por complicadas que sean. La única clave para vivir una vida de victoria es una actitud de gratitud.

Si puedes ser agradecido en cualquier situación, convencido de que Dios hace que todo coopere para tu bien, la victoria será inevitable.