No siempre es fácil levantarse de la cama por la mañana. Incluso tendemos a arrastrar los pies. Y acabamos corriendo porque llegamos tarde al trabajo o para llevar a los niños al colegio. Entonces, ¿cómo empezar bien el día? ¿Cómo salir de casa por la mañana con el mejor humor? Sencillo: reza una oración.

Oración del día

Señor, hazme 

un sembrador de sonrisas.

Que se rían y nunca sean irónicos,

Radiante y nunca displicente,

Acogedor y nunca cerrado.

Dale a mi sonrisa 

el milagro de traer

un poco de fuerza para los débiles,

un poco de confianza para los desesperados,

un poco de felicidad para los aislados. 

Enriquéceme de alegría 

para dar vida a las sonrisas.

Señor, por favor, 

habitan mi rostro y mi corazón.

Señor, tú eres mi solidez y mi fuerza.

En ti me puedo apoyar cuando soy débil

O cuando no puedo ver con claridad.

Tú no cambias,

Aunque me la jueguen

A través del flujo y reflujo de la vida.

En ti habito con confianza.

No pierdo el equilibrio en el momento presente.

Mantengo la esperanza en el futuro,

En lo desconocido y lo inesperado.

Te amo Dios mío, mi roca, mi fortaleza.

Mensaje y pensamiento del día

Corriendo, ya no somos conscientes de nada, ni siquiera de nosotros mismos. En otras palabras, nos convertimos en una especie de máquina que tiene muchas cosas que hacer hoy y ya está.

En otras palabras, ya no vemos nuestras emociones, sino también nuestro cuerpo.

Por eso no debemos sorprendernos cuando caemos enfermos o nos empieza a doler alguna parte del cuerpo. 

De hecho, nos maltratamos un poco al querer ir demasiado rápido y hacer demasiado.

Por lo tanto, para empezar bien el día, es esencial tener un momento para nuestro cuerpo.

Para ello, le invito de todo corazón a que se mire a los ojos en el espejo cuando se cepille los dientes.

Y dígase esta frase: "Gracias, Dios, por mi cuerpo, por mi salud y por este nuevo día".

De hecho, es esencial recordar que nuestro cuerpo es nuestro mejor aliado en esta vida. Sin ella, no estaríamos aquí.

Así que al principio, cuando empecé a mirarme a los ojos, sentí vergüenza, pero es normal. Ahora me divierte mucho. Además de esta frase para mi cuerpo, añado: "Me quiero y me acepto como soy".

Porque a menudo tengo pensamientos negativos que se aferran a lo que salió mal el día anterior, así que con esa frase, me perdono por mis errores y hago las paces con el ayer.