A lo largo del día tenemos que trabajar la paciencia: ya sea en un atasco, en la cola de un banco o esperando una respuesta. La paciencia es necesaria para poder afrontar los retos de la vida. Así que antes de nada, para empezar el día con paciencia, reza.

Oración del día

Dios, sé que en todo eres bueno y que te preocupas por nosotros. Pero Señor, mi corazón está muy pesado hoy, y va a ser un día muy difícil. Estoy muy preocupado/enfadado en ________. Por favor, calma mi corazón y recuérdame que siempre tienes el control. Ayúdame a buscar el descanso y la paz en ti, porque sé que no encontraré el mismo consuelo en ningún otro lugar. 

Sólo tú puedes aliviar mi corazón y reconfortarme en días como éste, Dios, y sé que nada quieres más que envolverme en tus brazos. Recuérdame las formas en que has sido fiel y amoroso antes. Tú eres mi Buen Padre, y sé que me escuchas y te preocupas. Pongo esta situación a tus pies Dios. Por favor, ayúdame a dejarlo ahí.

Pensamiento y mensaje del día: ¡Ten paciencia!

La paciencia viene de la confianza. David dijo: "Confía en el Señor y haz el bien; habita la tierra y come la fidelidad. Deléitate en el Señor, y él te concederá lo que tu corazón desea" (vv.3-4). Dios tiene un plan para todos que incluye cosas que son inalcanzables hoy pero que se disfrutarán mañana. 

En primavera, la hierba crece sola. Por lo tanto, no hay necesidad de esforzarse por hacer hoy lo que será fácil de lograr mañana. Cuando a un bebé se le niega lo que no es bueno para él, pisa fuerte y llora, pero no le cedemos porque aún no está preparado. Pablo escribe: "Revestíos de compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia" (Col. 3:12).

Dios no sólo te enseña a esperar, sino también a quedar bien. Santiago escribe: "La paciencia debe realizar una obra perfecta, para que seáis perfectos y completos y no os falte nada" (Santiago 1 :4). Él permite que las dificultades de la vida nos enseñen estos importantes principios. 

1) Mantener la fe cuando los tiempos son difíciles.

2) Mostrar gracia bajo presión controlando nuestras reacciones. 

3) Desarrollar nuevas habilidades y mejores formas de pensar. 

De hecho, Dios está desarrollando en nosotros, en este momento, cualidades que no pueden ser desarrolladas de ninguna otra manera. Más tarde, sabremos cómo gestionar lo que ha planeado. Por lo tanto, no te dejes sacudir por el enemigo y di como David: "Guarda silencio ante el Señor, espéralo con paciencia".