Puede que mires tu vida hoy y pienses: "No tenía que ser así".
Quizá los planes que hiciste no funcionaron. O quizá ya no sepas qué esperar. Las puertas se han cerrado, la gente se ha ido, la esperanza parece tenue.
Pero si hay una verdad que hay que recordar, es ésta: cuando tu historia está en manos de Dios, el final siempre será sorprendente.
No porque todo vaya a ser fácil. Sino porque Dios nunca escribe historias ordinarias. Escribe historias con propósito, con giros y vueltas, con finales que nadie imagina, ni siquiera tú.

Si te sientes atrapado en un capítulo difícil, quédate conmigo en este texto. Hablemos de la fe, del tiempo, del silencio y de lo que Dios es capaz de hacer cuando confiamos toda nuestra vida en sus manos.
Dios nunca deja una historia a medias
¿Ha visto alguna vez a un escritor abandonar un libro antes del último capítulo? No. Porque los que crean quieren ver su obra completa.
Así es con Dios. Si él comenzó algo en ti, Va a terminar.
"El que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús". (Filipenses 1:6)
Aunque hoy te parezca confuso, aunque no veas la salida, Dios sigue escribiendo.
Mientras tú duermes, él trabaja.
Mientras lloras, Él planea.
Mientras esperas, Se prepara.
Lo que parece el final a menudo es sólo una pausa
A veces crees que has llegado al final. Pero en realidad es sólo una coma en medio del párrafo.
- Esa dimisión no fue el final de su carrera.
- Esa decepción no fue el final de su capacidad de amar.
- Ese error no fue el final de su valentía.
- Esa puerta cerrada no fue el final de las oportunidades.
Dios sabe cómo convertir los puntos suspensivos en elipsis. Y sabe cómo reiniciar una historia que parecía acabada.
1# Dios escribe de forma diferente a nosotros
Queremos lógica. Queremos entender el "por qué" de todo. Pero Dios escribe con una pluma diferente. Utiliza lo improbable. Sorprende.
Fíjese en la Biblia: ninguna historia sigue un guión común.
- Moisés fue llamado a filas a la edad de 80 años
- José fue traicionado y encarcelado antes de gobernar
- Rut lo perdió todo antes de entrar en la genealogía de Jesús
- David era el último en la cola, pero fue elegido
- Jesús murió - y sólo entonces resucitó
El milagro viene después de la imposibilidad. El resultado glorioso viene después del valle. Con Dios, el final nunca es predecible - siempre es más grande de lo que imaginamos.
2# Cuando entregas, Dios transforma
Llega un momento en que uno se cansa de intentar controlarlo todo. Y es entonces cuando, a veces a través del dolor, cedemos.
Abandona tus sueños, tus miedos, tus "y si...".
Y cuando lo hagas, Dios empieza a actuar de verdad. Porque ahora la historia está con el Autor correcto. La pluma está en Su mano.
Y él nunca se pierde una línea.
3# Tu ahora no define tu después
Lo que estás viviendo hoy no define todo lo que vas a vivir. Es sólo un capítulo.
¿Recuerdas a José? En el fondo, nunca imaginó que un día se presentaría ante el Faraón.
¿Te acuerdas de Ana? Durante años lloró por un hijo que no llegaba. Cuando llegó, era el profeta Samuel.
¿Recuerdas a Pedro? Negó a Jesús tres veces. Y luego fue uno de los más grandes líderes de la iglesia.
Tu error, tu espera, tu dolor - nada de esto te define. Dios tiene la última palabra en tu vida.
4# El tiempo de Dios es diferente
Puedes pensar que llegas tarde. Que llegas tarde. Que otros han llegado antes.
Pero Dios no trabaja con prisas, sino con un propósito.
Tal vez no ha respondido todavía porque está alineando todo entre bastidores.
Tú no ves, pero Él ve. Tú no entiendes, pero Él sí. Crees que estás solo, pero Dios está en silencio, no ausente.
"Hay un tiempo para cada cosa". (Eclesiastés 3:1)
5# El final de Dios es mejor que sus planes
A veces Dios dice "no" a un sueño que parecía perfecto, y tú no lo entiendes.
Pero con el tiempo, miras atrás y te das cuenta: lo que parecía correcto te habría hecho daño.
Dios no niega por malicia. Niega por cuidado.
Y cuando dice "sí", es en el momento adecuado, de la forma adecuada, con paz en su corazón.
"Porque soy yo quien conoce los planes que tengo para vosotros, planes de prosperaros y no de perjudicaros". (Jeremías 29:11)
¿Qué hacer mientras se escribe la historia?
1# Permanezca en
Incluso sin comprender. Aunque no lo sientas. Sigue confiando.
2# Reza como puedas
Dios escucha incluso el silencio.
3# Alimenta tu fe con la Palabra
Ella te recordará cada día que Dios lo ha hecho antes y lo volverá a hacer.
4# No te compares
El tiempo de la otra persona no es el tuyo. La historia de la otra persona tiene un argumento diferente.
5# Cree que lo mejor está por llegar
Porque lo es. Aunque ahora no puedas verlo.
Dios sigue escribiendo
Tal vez su historia se encuentre en un capítulo difícil. Uno de esos que parecen sin sentido, aburridos y sin dirección.
Pero Dios no se ha olvidado de la página. Él está escribiendo. Está contigo.
¿Y el final?
Ah, el final te sorprenderá incluso a ti.
Porque Cuando la historia está en manos de Dios, el final nunca es el fracaso. Es un testimonio.
Véase también: ¿Por qué la Iglesia celebra el domingo y no el sábado?
4 de abril de 2025
Con mucha fe y positividad, escribe diariamente para Oração e Fé, llevando mensajes y enseñanzas divinas a todos.